29 de septiembre de 2013

Desde que no estás nada tiene orden ni sentido. Hay lágrimas y sonrisas a partes iguales, y heridas que se cubren con pintalabios rojo para pasar desapercibidas. La lluvia ahora solo me transmite tristeza porque me recuerda a mi. Porque es tan así como lo que siento o lo que me niego a sentir. Vivo entre tempestades y ahora no dispongo de tu cuerpo para que me cubra y solo siento que caigo y me inundo. En mi. Hay tanto de mi y tan poco de ti... que agobia. Y siento que tu certeza no me vendría mal. O tu jodida realidad. Yo que se. Tu no me vendrías mal. Sabes que me salvas o me hundes y odio que después de salvarme tres meses hayas decidido hundirme uno. Como para que no me acostumbre a la felicidad. Como si quisieras dejarme claro que tu no me la vas a dar. Que no quieres. Y que voy a hacerle yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario