22 de abril de 2018

Autorreproches




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« And you could have it all,
my empire of dirt. » 

- Johnny Cash



Te fuiste dejando la puerta abierta
y después de muchas sombras
creo que se está empezando a colar
algún rayito de sol entre las nubes.

Si algo aprendí de ti
es que después del frío
siempre llega la primavera.

Si algo aprendí de ti
es que la primavera,
vive dentro de mi.


Asi que ahora te escribo entre flores,
para agradecerte que me hicieras ver
que el camino que estaba labrando a tu lado
daba a un callejón sin salida.

Puede que lo que me duela sea precisamente
que hayas tenido que alejarte para darme cuenta
de mis cabezazos contra el muro
y despertar con la frente ensangrentada. 


Pero no sufras,
ya estoy acostumbrada
a las autopuñaladas.


De entre todo lo que se me da mal destaco
no saber cuándo me estoy haciendo daño,
ser incapaz de perdonarme;
y no mejorar con los años. 


Aunque últimamente,
huelo a mis monstruos
cuando se acercan
y me permito darles la bienvenida.

Se quedan unos días a dormir conmigo,
me abrazan, me besan,
se deslizan con el sudor de mi cuerpo
y me miran fijamente cuando despierto.

Les invito a desayunar
salimos juntos a la calle
y jugamos a tentar a la suerte
rompiendo espejos.


Conozco bien a mis monstruos 
y no les tengo miedo.


Pero a veces se enganchan en mi pelo,
trepan hasta mis ojos,
se instalan allí por unos días,
y lo único que veo son colmillos.

Se alimentan de mis vísceras,
la oscuridad empieza a llenarme los vacíos
y entonces llega el frío.


Y suele comenzar a llover.


Y ya no tengo pieles con las que secarme
más allá de la mía

que nunca aprendió bien a arder.


Acojo a mis monstruos
y el único problema que surge
es que la vida sigue
cuando lo que necesito es que pare;

y respirar.


El reloj sigue,
las oportunidades pasan,
te escupen en la cara que despiertes,
y tú en plena transformación interna.


Una obra de arte en blanco y negro,
incomprendida,
que intentan encajar en un marco que no la entiende
y que no se adapta a los defectos de su tapiz.


Una escultura griega
cansada de gritos y reivindicaciones
que hace mucho se quedó sin ganas
de dar explicaciones a nadie.



Tranquila, no tienes por qué hacer vibrar 
tus cuerdas vocales.

Preocúpate por hacer vibrar 
ese músculo que bombea sangre,

porque si se atrofia,


estás jodida.