19 de julio de 2020

A hole that can't be filled (III)








«De lo que fui ya no queda nada,
de lo que soy, pájaros que vuelan.»

- Estoy bien, Gata Cattana




Hace semanas que no la busco y ando lejos de dormir sintiendo su respiración sobre mi nuca. 
Hace días que no fantaseo con encontrarla y arrojo, con rabia, toda la culpa a la pared que tengo enfrente, esa que llevo meses sin atravesar: antes porque no podía; ahora porque me siento incapaz de hacerlo. Aunque siento, y alguna vez escribí que mientras lo hiciera no estaba perdiendo la partida. 

Ganarla ya es otra historia. 


No la busco quizá porque no recuerdo cómo encontrarla. He olvidado las trayectorias que me llevaban de forma errante a su portal y tengo miedo -hace meses es lo único que tengo- de que el motivo de la alfombra de mapas que piso siempre con el pie izquierdo al levantarme, sea que he salido de órbita, que ya no giro en torno a nada, que ahora solo lo hago sobre mí y a una velocidad suicida. Es solo una teoría pero lo explicaría todo:

la taquicardia, 
los tambaleos, 
lo borroso del paisaje,
las tripas presionándome la tráquea cada vez que intento hablar. 


Tengo otra guardada bajo la almohada que habla de cristales opacos, de ausencia de días, de noches eternas sin fuego. Al crearla me vi escribiendo sobre niños perdidos en islas desiertas alejadas del Mediterráneo. Dibujé cuentos para dormir sin leyendas, carentes de fantasía, sin absolutamente nada que contar mas allá de la sangre, escondida entre las páginas, de unos seres vivos que ya tampoco podrían ayudarme a respirar. Y también lo explicaría todo:

el túnel, 
las cuevas,
la humedad acumulada en estas cuatro esquinas.


A veces sueño que me crece musgo en la entrañas, 
que dentro albergo un jardín sin flores 
pero repleto de tonalidades de amarillo y azul, 
y una fábrica artesanal de oxígeno.

Y al despertar huele a ella por toda la habitación. 

Bastan dos caladas para perderla de nuevo.


Desconozco la cantidad de hojas de calendario que he arrancado repletas de números en rojo. Pero sé que ninguna de las combinaciones daba con las cifras exactas de su teléfono. 

Creedme que lo he intentado todo.