6 de mayo de 2014

The end.



Acabé odiando los relojes y ese sonido que el tiempo hace cuando pasa. Odié esperarte y esperarme a volver de ese lugar en el que pensaba que me salvarías. Tu. Como pensado que no era suficiente con que te salvases a ti mismo cada día. Como si fuese un deber salvar a alguien que se está hundiendo por iniciativa propia. ¡Que poca seguridad y cuanto egoísmo por mi parte! Ahora puedes estar tranquilo. Te maté aquella noche de abril con la muerte a base de arte que te merecías. Así que ya no hay más historia que contar ni más dolor que sentir. El invierno se encargó de apagar aquel fuego que tanto quemaba y ahora solo quedan cenizas que tampoco era mi intención eliminar. Solo no vuelvas. No me hables y ni se te ocurra acercarte. Ya no. He escrito el final que tu no escribiste y espero no tener que arrugar la página y empezar acabar de nuevo. Por fin he logrado dejarte atrás,  no me hagas arrepentirme.



Quizás en otro momento y en otro lugar.
Fue un placer, payaso. 




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