10 de enero de 2020

Lluvia de verano






«Te echo de menos
pero me he esforzado
porque no se me note tanto,
y me he acostumbrado.
Ya sé que eso no es bueno.
Pero cuando no estás
casi nada lo es.»

- Escandar Algeet



Siento que no puedo lidiar con las horas que quedan,
que necesito que llegue la oscuridad
y acurrucarme en su regazo,
abrazarla y escuchar lo que me susurra al oído.

Necesito estar sola y me siento rodeada de gente,
acorralada y sin salida,
aunque no logro escuchar la respiración de nadie,
solo la mía.

Algunos minutos se desboca
y todo empieza a ir demasiado rápido,
se empiezan a enmarañar
los hilos de mi cabeza
y parece que lo único que va a salir de ahí
sea una montaña de nudos
de garganta y de estómago
alimentados por todas esas cosas
que se quedan sin decir.


A veces siento que me ahogo
aunque miro el vaso
y el agua apenas roza mis tobillos.


A menudo no entiendo
lo que intentan decirme los pulmones
y a modo de venganza quiero pensar
que crecen y crecen
y por eso me aprieta todo aquí dentro.

Así me asusto un poco menos. 



He ido perdiendo tantas cosas por el camino
que ahora solo llevo de equipaje
una contradicción gravada en mi piel
y sigo sin recordar
a dónde he querido ir todo este tiempo,
dudando de si merece la pena el esfuerzo
e intentando descubrir si voy a llegar tarde
a un destino ya truncado.


No sé si lucho contra mi,
contra el tiempo,
o si ambos se han aliado
para acabar con la niña
que sigue irradiando luz
debajo de todas estas piedras;
sedimentos de los cadáveres
de aquellos que perdieron la guerra
porque dejé de creer,
porque les imaginé débiles
y nunca les abracé lo suficiente.


Me estoy ahogando,
la estoy ahogando a ella
y no voy a tener a nadie
a quien culpar por la falta de oxígeno
después de marcar su yugular con mis huellas. 


Necesito salir
de este alud de puntos suspensivos
pero no veo ni puertas ni llaves,
solo un puñado de bolígrafos que me apuntan
preparados para matar.


Y yo no puedo dejar de pensar
que estoy demasiado cansada
como para seguir con todo esto.
Que el único tratado de paz que puedo firmar
está escrito con mi letra
y ya no quiero escucharme 
porque me construyen incoherencias. 



¿Cuando va a dejar de llover en verano?





No hay comentarios:

Publicar un comentario