11 de abril de 2015

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Juro que vi desaparecer a una niña pequeña justo en el momento en que él atrapó mis labios entre los suyos. Y quise correr detrás de ella, decirle que no huyera, que podía soportar a ambos conmigo, pero ella ya se había vuelto invisible; humo escapándose entre mis dedos. Y esa noche lloré, como quien llora la perdida de su juguete mas preciado, de su falda favorita o del cuento que su madre le contaba cada noche antes de ir a dormir. 

Dicen que es entonces cuando cambias y ya no vuelves ser la misma.
¿En qué momento pierdes la magia, el brillo en los ojos y la ilusión? A veces no te das cuenta hasta que pasan unos cuantos años y sufres una crisis de esas que hace que te replantees qué cojones estás haciendo con tu vida. A veces esas crisis solo te recuerdan todo lo que perdiste en una sola noche y no volverás a recuperar jamás.


 Recuerdo exactamente el color ocre del sillón en que estaba sentada, y que miraba la tele apagada por no saber cómo huir de un peligro que ni siquiera sabía que existía. Fue entonces cuando un "yo no quiero ser el primer cabrón que te cruces en tu vida"  retumbó en mis oídos mientras seguía sin saber qué estaba yendo mal.

 Ni siquiera te miraba, pero estoy segura de que en ese momento cruzaste los dedos tras tu espalda. Supongo que fue desde entonces cuando todo se convirtió en cómo encontrar de nuevo mi sombra y mis niños perdidos. 

Nos vimos un par de veces después de aquella noche: "No se qué me pasó", "de verdad que yo no quiero ser el primer cabrón que te cruces en tu vida" y "vamos a mi casa y lo hablamos" por tu parte. Sonrisa cordial por la mía y unas ganas terribles de gritarte que me devolvieras la magia, los brillos, los sueños, las niñas y las ilusiones; pero acabé huyendo por si me quitabas algo más.


Y es que ¿cómo se borra la imagen de una misma mirándote al fondo de una televisión apagada como gritándote: "¿Qué coño estás dejando que hagan conmigo?" ?




Nunca te fies de un hombre que sepa bailar bien,
ni que sepa jugar con los niños,
ni de un poeta.





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