17 de junio de 2018

Incendios



Resultado de imagen de fuego tumblr


« Desterrado en el suelo, entre el vil griterío,
sus dos alas gigantes no le dejan andar. » 

- Charles Baudelaire




Todo habría sido distinto
si te hubieses dado cuenta mucho antes
de que no necesitabas a nadie que te arreglase.


El complejo de máquina rota
era solo pájaros en la cabeza
creyendo no poder volar
por tener unas alas tan imponentes
que escapaban del campo de visión.


Campo de visión convertido en campo de batalla
y un cielo tan repleto de buitres que
¿cómo creerse águila?

¿cómo deshacer los barrotes de las jaulas
que construyen la armadura?

¿Cómo hacer desaparecer el miedo?



Un valle tan atestado de cuerpos putrefactos
esclavos del qué dirán,
de cuánto gustaré
de "si te sales de la casilla estás muerto".

Y unas ganas inmensas de morir
pero no de que te maten.



Eras más que suficiente
y acabaste siendo amordazada,
silenciada, humillada, despreciada
por quien más te odiaba
y tenias encima.

Por quien alimentabas
y dabas de beber,
y te atormentaba cada noche
con su voz incansable,
con su hambre insaciable
de tripas, de miedos,
de vergüenza, de insomnio.


Andabas por encima de espinas
y clavos, y cristales rotos
porque no veías caminos más simples
o creías no merecerlos.

Y todavía puedes oírle respirar y atormentarte
cuando el ruido guarda silencio.


Todavía se ilumina en tu pecho
y anuncia masacres de todo tipo
por si vuelves a coronarle rey
de este imperio de decepciones.

Propias.



Complejo de máquina rota,
de no funciono bien,
de no sirvo para nada,

buscando en ebay las piezas
que crees que te faltan,
o en escaparates del centro
o en cines, o en libros,
o en tazas con frases ridículas
de optimismo ingenuo
por esa presunción absurda
de que el dinero nos hace más felices
y que todo se puede comprar.


Y si te sientes vacía da igual,
ya te llenarás;
y si te sientes perdida,
ya te encontrarás.

Como si no fuese contigo.

Como si las goteras
no dependiesen, al final,
de uno mismo.


Volvieron los buitres,
-aunque realmente nunca se fueron-
escupiendo flores entre la basura.

Lanzaron piezas por si eran las que faltaban,
y las encajaste a la fuerza
y acabaron soltando chispas,

quemando la piel,

marcando el alma.


Así es como el infierno
encontró cobijo en tus entrañas.

Y luego los muy hipócritas
se quejarán de los incendios.





A mi yo del pasado;
Ojalá no hubieses necesitado de tantos arañazos
para llegar a ser la gran mujer en la que te ibas a convertir. 

1 comentario:

  1. Maravilloso.
    "Y unas ganas inmensas de morir
    pero no de que te maten"
    Brutal.

    ResponderEliminar