11 de mayo de 2013

Viernes, diez de mayo de dos mil trece.

Odio llorar hasta quedarme dormida. Mi inseguridad vuelve para desbordarme y yo no se que hacer para pararla. Es como una batalla que antes de que suceda ya doy por perdida. La experiencia me ha hecho ver que es mucho mas fuerte que yo, y ya ni siquiera me molesto en intentar vencerla. Haga lo que haga se que siempre va un paso delante de mi y no le importa parar en seco para que choque de frente con ella.
En días como hoy me siento pequeña y débil, vulnerable, demasiado dañada como para fingir que no le pasa nada. Esta es la parte mas oscura de mi y nadie la conoce. Me avergüenzo de ella, me avergüenzo de mi otro yo. Si lo sacase a la luz se que no encajaría en esta sociedad, se que hasta mis propios amigos, incluso los mas cercanos desaparecerían... Me mata no poder contarle mis problemas a nadie porque se que no me entenderían, ni siquiera se esforzarían por entenderme. Soy tan diferente, rara. No quiero muestras de cariño por pena, no quiero que la gente me abra sus brazos solo cuando me vean apartada... no quiero que sientan lástima por mi, ya siento yo suficiente por mi misma. Tengo que empezar a hacer cosas diferentes si quiero obtener resultados distintos pero los cambios me dan miedo. Dejo mucho que desear.

No hay comentarios:

Publicar un comentario